Ahí estabas en mi casa. Apareciste de la nada, y yo trataba de esconderte detrás de una silla para que no te viera nadie. No se bien si nadie podía verte, o realmente estabas bien escondido. En un momento desapareciste y yo converse con mi abuela, ni te mencione. Me dirigí por un pasillo y entre a lo que parece era el baño. Estabas ahí adentro, parado en una esquina, tenías una camisa de lineas, y tenías la mejor cara de susto que vi en mi vida. Te tome de la cara y te bese.
En mi cama mientras sentía que el corazón se aceleraba, pude distinguir que estaba soñando. Que nunca podría pasar algo como lo que estaba pasando. Que todas las fantasías estaban sucediendo en mi cabeza. Me fui, apareciste en la casa de Nicole. Me causo ternura como jugabas con una nena, que parecía ser Delfi, y no te dabas cuenta que te estaba observando. No recuerdo que me dijiste pero balbuceaste las primeras palabras en toda la escena. Parecías tímido, acallado. Recuerdo tu cara diferenciada de todas las demás. Fui hasta la cocina, agarre unas masitas, y me mirabas mientras me sentaba a comer en una silla. No volví a hablar con vos. Te sentaste, y yo podía escuchar lo que pensabas. Eramos completos desconocidos.